Birds

En las mañanas nace en los oídos el dulce sonido de la vida, quizás sea la camada de alguna pareja que escapó de alguna jaula, o de la mano de alguna mujer solitaria que los dejo volar, o el sencillo descuido de un niño que quiso jugar con ellos.

Fotografiar lo cercano, lo que te rodea, es tu mundo proyectado. Carpa, agua, guineos, comida para pájaros, laptop, mis recuerdos, arroz cocinado, un pedazo de guineo, cámara Nikkon D5100, esto me reanimara,un poco de agua, un guineo. Espero. Nada. Espero que vengan todos, los azules, los amarillos, el pecho rojo que una vez se enfrento a mi inmovilidad, un chavo, una chaguisa (nombre que le conocía cuando era pequeño), Tórtola. Nada. De pronto, uno que se arriesga, camina lentamente mira hacia todos los lados, debo disparar antes que no tener nada, eso me enseña la experiencia de la fotografía en Crónica Roja, ojala no se espante con el sonido.

Click. Solo te voy a tomar una foto. No se va. Baja otro, y dos más, una chaguisa, nunca había visto uno de cerca, las veía en el colegio a lo lejos, las identificaba por su sonido semejante al de un beso volado a la chica guapa que pasaba por el barrio, se mueven tan rápido que era imposible apuntarle con la flecha.Si, también era de los chicos en zapatillas, pantaloneta y camiseta de aquaman que mataba pájaros , nunca mate uno, era malo para ello, simplemente era un cómplice con ganas de demostrar habilidades de tiro.

Era una Manta diferente, llena de calles de tierra, la lluvia era una fiesta, los acontecimientos eran mitos, manadas de caballos corrían a las 9 de la noche,(a esa hora ya dormíamos)la playa era el shopping,los conciertos en el Manta Imperial, recuerdo que llegaron Los Iracundos y Leonardo Favio, las mejores discotecas la Pedro Fermin Cevallos, y las polvosas. Un ruido, volaron todas menos una, se queda agazapada tras un ladrillo, se asoma lentamente y espera valientemente.

El tiempo pasa, lo normal, bajan de nuevo movidos por el hambre que vuela, me como otro guineo, reviso las fotos, quisiera una mejor lente, no han llegado los azules, ni los pechos rojos, vuelvo a apuntar, y de pronto, como película de terror se asoma el negro, el chavo, el cuervo, son aves inteligentes, la ciencia lo certifica, solo se queda inmóvil y mira fijamente a la lente, solo me da una toma y se va, no se quería quedar sin una foto que certifique su presencia en la tierra, en mi visión del pasado.

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